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Poeta

Su propensión a los deleites carnales aumenta. Su deseo excesivo por ciertos placeres con ella -¡y sólo con ella!- no tiene límites. De año en año la hondura dentro de él se hace mayor. Y ella -¡sólo ella!- es capaz de mantenerlo vivo. “Amor, me tocay como si vinieray saliendo de los cinco y uno allá en la peni”, dice ella con picardía, soltándose el pelo. Él, cada vez de menos palabras, le responde con un mordisco (“vida mía, ¡shita que intenso ese beso tuyo, oye tú!”). Y entonces se abrazan. Se funden. Son uno. ¿Para qué? Para que al despertar él le pregunte a ella -¡sólo a ella!- cuándo podrán repetir lo vivido. “¿Y tiene que ser conmigo?”, responde ella, exquisita, deliciosa, sabiéndose deseada. “Sí, po’h, si es con vó’h la cosa. ¿Que no te acorday que le juramo’ al Diosito santo que la pura muerte nos iba a separarnos?”. “Ay, ya, bueno ya. ¡Hablay tan rebonito, mi guacho! Aquí estoy. Tuya y sólo tuya”. “¡Grrr!”, ruge el tigre. “¡Grrr!”, himpla su pantera. Narices al centro, roces, lenguas. Agitación. “A ver, dime algo tierno, mi poeta mío. Pero un verso nuevo, eso sí po’h, y de corrido, te cachay”. “Espérate, oh’. Aguántate un shiquitito.  Toy pensando. Ya. Para ti y puro para ti: hoy en el metro no había vendido ninguna mascarilla ni ninguna mineral. Me achaqué caleta. Pero cerré los ojos y te imaginé a lo Eva en el jardín. No sé qué cara se me puso a mí, pero una señora me dijo, oiga, mijo, deme tres mascarillas y tres minerales para estos tres cabros chicos que me tienen chata. Yo se las vendí terrible ‘e contento. ¡Y te puro salí persiguiendo por el Edén! ¡Y vó’h corríay piluchita y a pata pelá! ¡Te veíay tan sabrosa!”. “Ay, guatón, tú sí que soy un poeta. Mira cómo me hacís llorar. Si ya se me puso la piel de gallina. Ya, oye, ya. Seré tuya, puro tuya nomás”. “¡Grrr!”, el poeta. “¡Grrr!”, su admiradora. Así llevan quince años juntos a fuerza de versos prosaicos y amétricos.


Comentarios

  1. ¡Grrr!... Que bonito, una historia de amor!!! Algo romántico!!!
    Al principio pensé que te iba a salir forzado, pero te peinai' en el vocablo urbano jijiji...
    Wena!!! Te salio bakan el diálogo!!! Jajajajajaja

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  2. Como en jurasick park la naturaleza se abre paso, acá el amor.

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