Buenos días. Usted se ha comunicado con “¡Justicia
Total Ahora Ya!”. En este momento nuestros juristas, docentes y litigantes se encuentran
ocupados (como sabrá, vivimos en un mundo injusto). Por favor, conserve la
paciencia y manténgase en línea. Su conflicto jurídico es muy importante
para nosotros. Mientras tanto, si es nacional, digite su cédula de identidad (tenga
presente que no le está permitido suplantar a su prójimo). Si es extranjero,
ingrese su número de pasaporte (si su país de origen se lo ha denegado de hace
meses, será atendido por una de nuestras operadoras). Si es prófugo con orden
de captura en su contra, sólo espere hasta ser oído (y recuerde que tiene
derecho a guardar silencio). Ahora bien, para entuertos civiles marque 1 y luego
medite si el contrato que pretende incumplir nació de su propia voluntad. Para
cuestiones penales marque 2 y piense si el delito que se le imputa es la consecuencia
necesaria de su vida en libertad. Para asuntos laborales marque 3 y acto
seguido pregúntese si a usted le gustaría recibir el mismo sueldo que le paga a
su trabajador. Para asuntos constitucionales marque 4 y aproveche de reflexionar
sobre cómo vivir en armonía en medio de un grupo de personas tan dispares entre
sí. Por último, si quiere ser atendido por un positivista, oprima la tecla ‘P’
(y absténgase de hacer comentarios morales sobre la solución que le será propuesta).
Si prefiere ser recibido por un naturalista, apriete la tecla ‘N’ (y no
cuestione la utilidad del consejo que recibirá). Si se le antoja ser escuchado
por un realista, presione la tecla ‘R’ (y no se queje por la forma de hacer las
cosas: lo importante es sacar al burro del pantano, ¿o no?). Para finalizar, y
por razones de transparencia absoluta, sepa que esta conversación será grabada y difundida
por redes sociales.
Ruperto aprendió a leer en la cárcel. El primer libro que leyó completo fue un Nuevo Testamento. Se lo regalaron los gedeones que lo fueron a visitar cuando estaba convaleciente en el hospital penitenciario. Siendo el suyo un lenguaje limitado en palabras, de pronto se halló memorizando versos del evangelio según san Mateo, de las cartas de san Pablo y una que otra cita del Apocalipsis de san Juan. Recitaba sus versículos con la elegancia y el estilo propios de la versión Reina y Valera de 1960. Oírlo predicar era un deleite: mezclaba su jerga de choro porteño con las bienaventuranzas de Jesús de Nazaret. La congregación -compuesta de cogoteros, pederastas y sicarios arrepentidos- ha disfrutado cada domingo de sus homilías sagrado-profanas. “¡Escúshenme bien, giles culepos y sapos lengua’os!”, dice abriendo las Lamentaciones del profeta Jeremías. Y con voz tronante proclama: “¡Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias! ¡Nuevas son
Me encantó el remate de transparencia ;) También desnudas e incomodas mis afanes empresariales con el derecho :P
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