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Tictac

Apurada, con el pelo húmedo todavía, camina hacia el metro. Despertó tarde. Apagó su alarma y, sin darse cuenta, se durmió unos minutos largos y deliciosos que la dejaron sin desayuno. Ahora casi corriendo va anticipando en su mente la agenda del día. Llamadas, entrevistas, clientes y correos electrónicos. Se angustia, pero recuerda que hoy la jornada será más corta de lo normal. Por fin, fiestas y feriados. Lo anhela. Ya se imagina descansando, leyendo, cocinando, besando. Todo en paz y con alegría. Se ríe sola. Pero no se distrae. Va con demora y debe recortar el tiempo perdido. Un scooter. Eso es. ¡Bendito sea el que dejó este monopatín justo en su camino! No lo piensa dos veces. Lo tomará. Tiene cargada su tarjeta y, además, un poco de velocidad le hará bien para secarse el cabello de forma natural. Lo ha hecho antes. Es imparable, un bólido en acción. El vértigo le gusta. Las cuadras que le faltan para llegar hasta el tren subterráneo las atravesará en ese cometa eléctrico. ¡Excelente! Lo piensa, lo hace. Pone un pie sobre la plataforma de la patineta y con la mano izquierda busca en su bolsillo la tarjeta para activar el aparato. Los chips hacen contacto. Oye un tictac como de reloj de cuentos. Ese ruido le extraña un poco, pero la transporta a la casa de campo donde pasó sus veranos cuando era pequeña. Disfruta el instante y la melancolía. A la redonda un niño recoge del suelo un folleto pisoteado. “¿Qué dice ahí, mamá?”, pregunta contento y curioso. Entre leyendas y dibujos se advierte “¡Hablamos en serio! ¡No descansaremos hasta despachar al último!”. Un segundo después el scooter estalla. Un cuerpo, dinamitado, se deshace en el aire. Vecinos, policías y una ambulancia tratan de entender. 

Comentarios

  1. Oh.. Guau. Pasó eso? Volviendo acá a los cuentos que me hacen falta..

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  2. El cuento logró sacarme un ohhhhhhhh!!!!!

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  3. ¿Qué dice allí mamá? .... No descansaremos hasta despachar al último... Mmmm

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  4. Ohh... Lo lei dos veces por si me compresión estuvo mal... Pero no!

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  5. Se me fue la alegría de los feriados... yo también trato de entender.

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