Hace exactos dos años
nació “Cuentos sin gloria”.
Fue para las vísperas de
la celebración del milagro de Belén.
En esa oportunidad uno de
los primeros relatos publicados fue “Navidad”[i].
Más adelante, y en
respuesta al asombro que provoca el misterio de hallarse al Mesías envuelto en
pañales y acostado en un pesebre, se publicaron tres historias (muy distintas
entre sí): “Cucho”[ii], “Profana
natividad”[iii]
y “Kenosis”[iv].
En 24 meses circulando por
el ciberespacio se han acumulado 177 cuentos sin gloria.
Y es que luego de lo ocurrido allá en la Palestina del siglo primero, surgieron muchos motivos para escribir.
¿Tiene sentido seguir sumergiendo la pluma en la tinta?
Sí, todavía vale la pena
apostar por el amor en un mundo quebrado, por el perdón en medio de la
violencia y por la esperanza a pesar del dolor.
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