Camina solitaria por la calle. Está oscuro. Pisa con cuidado evitando que sus tacones se hundan en un charco o queden atrapados en una rendija del alcantarillado. A la distancia divisa su automóvil y apresura sus pasos. Al llegar lo aborda de prisa mirando a derecha e izquierda. Una vez dentro tranca las puertas con pestillos y verifica que las ventanas están bien cerradas. Con rapidez se quita la mascarilla y desinfecta sus manos con alcohol gel. Enciende el motor, la radio y las luces. Antes de partir envía un mensaje de texto a sus amigas ("¡voy saliendo!"). Y así se desconecta de la realidad que la circunda. Afuera un hombre la mira y sigue con atención todos sus movimientos. Es alto, gordo y viste un buzo apretado que lo hace lucir como un embutido gigante. Pese al gorro que cubre su cabeza y la bufanda que tapa su boca, sus ojos negros logran ser captados por la mirada de la mujer. Ella se aterra por un instante. Él se acerca veloz por el costado del piloto y ella piens
Historias corrientes que pueden estar sucediendo en este preciso momento en cualquier lugar del mundo.